¿Para qué sirve esta plantilla de la Proporción Áurea?
Vas a poder descargarte la plantilla más abajo. Es un archivo PNG, para que solo se muestre la línea con la proporción áurea, sin fondo, cuando la pegues en una nueva capa sobre cualquiera de tus fotografías. Así podrás estudiar ('estudiar' es la palabra exacta, después verás por qué) podrás estudiar la composición de tus fotos.
Con esta plantilla de la Proporción Áurea, gratuita, claro, y leyendo un poco lo que te cuento aquí aprenderás de qué manera encuadras, si eres un esclavo de la "Regla" de los Tercios o si te encanta centrar las cosas... ¿Centrar las cosas en una foto? ¿Eso no es de primerizos e inexpertos?
En composición hay unas ‘reglas’ pero todo está permitido, si se usa con una intención especial (no porque te dé la gana).
Vas a descubrir qué es y cómo funciona, en la práctica, la mítica proporción, "la sucesión áurea", "la razón extrema" o "divina proporción", pero no matemáticamente, sino fotográficamente.
Desmitificando la Proporción Áurea
La divina proporción tiene su valor, es innegable. Cuando un objeto, edificio, pintura o fotografía creado por el Hombre imita los cánones de la Naturaleza, de inmediato nos causa placer y a este deleite le llamamos belleza.
Las normas, leyes o reglas de la composición tratan de ajustar los cánones naturales a sus directrices. La más aplaudida es la Proporción Áurea, pero ni es la única ‘regla’ ni es imprescindible para crear una fotografía técnicamente bella.
El ojo del observador conduce su mirada frente a cualquier fotografía, cuadrada, rectangular o circular. Y tiene unas costumbres que, como fotógrafos, necesitamos aprender: primero para saber mostrar cualquier asunto que nos importe en una de nuestras fotografías y, segundo, para saber cómo se rompen estos hábitos.
Romper las reglas no consiste en hacer las cosas al revés y ya está, "eres un genio".
Romper las reglas consiste en darle la vuelta a la norma, sí, pero, además, es preciso otorgarle un sentido que reafirme el mensaje de nuestra foto, que lo aclare, que lo intensifique. Hablo de ello, particularmente, en los comentarios de mi fotografía "Todos los trucos de cómo hice Mi Santa Cruz".
Frente a una fotografía con la proporción áurea, nuestra mirada se conduce en la imagen explorando una situación o entorno o construcción de elementos secundarios que acabarán sorprendiéndonos en el centro de la espiral, donde se encuentra, generalmente, el elemento primario.
La proporción áurea define la belleza. Las construcciones naturales como el Nautilus o la misma anatomía humana, la de las flores, los árboles y las construcciones arquitectónicas como el Partenón o las pirámides contienen la proporción áurea y todo ello nos parece bello, porque nos sentimos en armonía con lo que vemos.
Todo lo que se nos muestra tal y como lo vemos en la Naturaleza, nos tranquiliza, porque hablamos el mismo idioma vital.
Tratar de definir qué es bello y qué no es bello no es en realidad complicado. Puede que tú seas un rebelde que cree que la belleza depende de ti, que depende de cada cual, de lo que mira y cómo lo mira, pero si un extraterrestre, con una opinión objetiva frente al ser humano, viniera a investigar qué hace que las personas se conmuevan alegremente, sin duda anotarían la presencia de la proporción áurea.
En definitiva, nos encanta todo aquello que está hecho a imagen y semejanza de la Naturaleza porque la proporción áurea reside en la Naturaleza.
La proporción áurea en Fotografía
Si buscas info sobre la proporción áurea en Fotografía, sin duda verás fotos de Cartier-Bresson, "el mayor fotógrafo de todos los tiempos". Te preguntarás: ¿Cómo un fotógrafo es capaz de lograr esta proporción en sus fotografías disparadas en la calle, súbitamente, sin preparar nada?
El conjunto de elementos que componen la foto de aquí abajo, de Cartier-Bresson, se colocan uno tras otro en el recorrido de nuestra mirada.
Nuestra mente necesita escudriñar los elementos de cualquier imagen, acotada por cuatro lados, y para ello nuestra mirada, guiada por la percepción, necesita empezar por uno de estos elementos. Generalmente se empieza a mirar lo que está más abajo, porque se supone que está más cerca. Nuestra naturaleza nos ha hecho así. Cuando llegamos a un sitio nuevo, primero avistamos lo que tenemos más cerca, para sentirnos seguros, y después lo que está más lejos.
En la foto de Cartier-Bresson: Empezamos por las rodillas de la mujer en primer plano, subimos recorriendo el vestido blanco, la cabeza, echamos un vistazo al entorno y acabamos en el periódico y la cara de la señora mayor, al final de la espiral.
En este recorrido visual, captamos información que acabará desembocando, generalmente, en el elemento principal.
Según la manera en que dispongas estos elementos en un encuadre, el efecto de la fotografía será más espectacular o más secreto. Si eres capaz de ordenarlos con una proporción áurea, pues fantástico. No creas que es tan difícil. Lo averiguarás cuando uses la plantilla que te regala la Fotografía es mi Pasión. Cuando tratas de encajarla en tus fotografías, analizas sin querer los elementos que forman parte de ellas, y eso te revela tu identidad como fotógrafo.
Y no te desesperes, no todas las fotos de Cartier-Bresson contienen la proporción áurea. Ni muchísimo menos. Ni las de cualquier otro fotógrafo de renombre.
La proporción áurea es una genialidad, pero no es imprescindible para que una foto sea genial.
Cómo emplear la Plantilla de la Proporción Áurea
Para aplicar esta plantilla, necesitarás que tu foto sea rectangular. En las fotos cuadradas, como puedes deducir, no se puede encajar la forma completa de la espiral.
Tampoco es necesario que la espiral divina se ajuste al milímetro. Pero cuidado, no te tomes este consejo como una excusa para hacer lo que te dé la gana, porque así, todas las fotos del mundo poseen la proporción divina, y no es así.
En esta foto, sobra margen por los lados, porque la foto no es rectangular. Aun así, casi podemos incluir la proporción si forzamos nuestro criterio, cosa que, ya digo, escapa a la rigurosidad del concepto.
Lógicamente, puedes ajustar la escala de la plantilla de la Proporción Áurea que te vas a descargar abajo, pero asegúrate de que se mantenga la proporción. No se puede achatar, ni a lo largo ni a lo ancho.
Lo que sí puedes hacer (y no te resultará fácil) es recortar tu foto original para ajustarla a la proporción áurea. Yo lo he intentado con algunas de mis fotos y solo lo logrado ajustar la proporción áurea en el 10% de las ocasiones.
Y, muy importante: recorta tu imagen original solo cuando veas que aquello que vas a dejar fuera de la fotografía no aporta nada a la foto. En la foto de portada, por ejemplo, podría recortar los márgenes superior e inferior, pero no lo he hecho, porque creo que el margen superior quedaría muy cerca de la cabeza y a mí me gusta que las fotos respiren.
Cómo leer tus fotos cuando apliques la plantilla
El ejercicio básico consiste en leer las líneas de la fotografía y ajustarlas a la espiral, que vayan de la mano, unas junto a otras. Estas líneas, todas juntas, conducirán al ojo del observador desde un contexto hasta el elemento protagonista (en la foto de abajo, la cabeza de la chica).
Pero atención: estas líneas compositivas de la fotografía que acompañan a la espiral no son necesarias.
Lo más importante es que exista:
- un elemento protagonista y...
- un entorno
Y que el ojo se bañe, nade, se alboroce plácidamente (no caóticamente) en el entorno para acabar disfrutando del elemento protagonista.
En la foto del cardo, a lo mejor crees que el elemento protagonista no es la corona del cardo en blanco y negro, sino la de color. Es lo mismo. Si giras la plantilla, verás que la proporción áurea desemboca en cualquiera de los dos puntos principales.
De cualquier modo, aquí no hay líneas visuales que acompañen a la espiral.
Es el conjunto circunstancial el que explica el elemento protagonista. Yo he dispuesto así la espiral porque mi mensaje final es el reflejo. Es decir, en el entorno muestro una realidad. Y el elemento protagonista decido que es el reflejo en blanco y negro: primero, porque llama la atención una parte de la fotografía que es un reflejo y sin color y, segundo, por la significación que entraña, es decir, una manera irreal de verse a sí mismo.
Más secretos de la Proporción Áurea
El elemento protagonista no tiene por qué ser un componente significativo, sino simplemente un punto geométrico que nos causa placer debido a la influencia matemática producida por la proporción áurea que nos ha conducido hasta él.
En este caso, algo nos agrada y no es el elemento protagonista situado en el vértice de la espiral, sino el contexto.
La espiral invisible
En esta foto de las nadadoras no existen las líneas en el entorno. El entorno es una mancha azul con dos zonas de sombra, y tampoco acompañan a la espiral que nos ayuda a comprender la proporción áurea.
Si es verdad que en la prospección visual de la fotografía empezamos reconociendo qué se muestra abajo, damos directamente con el elemento protagonista, la nadadora en primer plano, con lo que se elimina la “sorpresa final” contenida, normalmente, en lo más íntimo de la espiral.
Aquí el efecto es el inverso. La sorpresa final, el efecto final, reside en la profundidad que otorga el recorrido espiral de la visión que nos ayuda a sentir un espacio inmenso bajo las nadadoras.
Tú seguro que tienes fotos así
Seguro que tienes fotos con la proporción áurea. Yo trabajo en fotografía arquitectónica, donde priman las simetrías, la 'regla' de los tercios se impone, las perspectivas son las reinas. Cuando creé la plantilla de la proporción áurea para 'auscultar' mis fotos, comprobé que, en efecto, tiendo a centrar los elementos protagonistas y que, en general, las perspectivas se imponen en mis fotos.
Sin embargo, tras revisar unas 600 fotos, de esas que están en carpetas preferidas, observé que una treintena de ellas cumplían la proporción áurea.
Algunas de ellas rozaban la ilegalidad. Quiero decir, que se ajustaban parcialmente al diseño espiral.
Tomé mis fotos más queridas, sobre todo aquellas que no sé por qué me parecen tan especiales, y en la mayoría se impuso la proporción divina.
Descárgate en el botón de aquí abajo el archivo PNG para 'auscultar' tus fotos, para escuchar sus latidos. El archivo que te vas a descargar mide 5906x3656 píxeles con una resolución de 300 dpi. Pesa cerca de 400 k.
Te vas a divertir analizando la manera con que compones tus fotos.
Si quieres ver algunas fotos más, en mi página oficial Xisco Fuster, fotógrafo he colgado algunas más.
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