foto portada ©xisco fuster
Inicié mi andadura en la Fotografía en la Era Analógica. El proceso era como meterse a brujo. Las posibilidades de crear implicaban conocer secretos de óptica y de química.
Te revelaré algo que muchos ignoran: puede hacerse lo mismo en la era analógica que en la digital.
Ahora, sin embargo, las herramientas digitales son más rápidas, más fáciles de usar.
De todos modos, la base analógica es una maravilla. Cuando enseño a mis alumnos en clases o talleres me embarga la necesidad de explicar el principio de la Fotografía. Cómo se captaba una imagen, como la luz atraviesa la cámara y cómo llega al negativo, cómo se revela, como se sacan copias...
Al fin y al cabo, las cámaras digitales se han centrado en copiar el sistema analógico.
Voy a presentarte cuatro fotos originales y su resultado final después de haber pasado por Photoshop. Te contaré los secretos y donde nacen los recursos, las necesidades estéticas y qué pretendo comunicar. Nunca olvides que una buena fotografía no es el resultado de una casualidad. Claro que un día te dormirás sobre tu cámara y, en un movimiento del sueño, se disparará y justamente pasaba por delante un dragón volando y echando fuego, pero las casualidades de este tipo se recogen y comentan en las novelas, en las películas.
Hablemos de efectos perseguidos y logrados.
El retrato encantador
Cuando conocí a la modelo de la foto, me encantó su manera de mirar hacia arriba. Me gustó la manera inocente y al tiempo traviesa de su expresión. Desde ese momento, supe que le dispararía a su cara blanca y que la sobreexpondría, en blanco y negro.
La sesión
Me interesaba su cara y que su cuello no se viera interrumpido con un jersey. Vestir sus clavículas con esos tirantitos era perfecto.
Datos del disparo:
- tiempo de exposición 1/100 seg.
- Diafragma (F) 2.8
- ISO 400
Me interesaba que ella se sintiera cómoda. Así que celebramos la sesión en su casa, sin flashes, con la luz natural.
Como ves en la foto de la izquierda, la luz natural era tan escasa que me vi obligado a sacar las fotos subexpuestas. Claro que podría haberme arriesgado a disparar con un tiempo de exposición de 1/60 seg., pero no quise; disparaba con un teleobjetivo pesado y sin trípode, así que me preocupaba la vibración de la mano que soportaba el objetivo.
El diafragma 2.8, muy abierto, podía jugar en mi contra si el enfoque no era preciso. De hecho, me sucedió en más de una foto, que quedó enfocada la boca, por ejemplo, y los ojos desenfocados. Jugar con un teleobjetivo y con un diafragma tan abierto proporciona una profundidad de campo minúscula. Tan pequeña que, si ambos ojos no están en el mismo plano y uno se encuentra un poco más atrás, queda desenfocado.
La sensibilidad del sensor no quería que subiera más allá del 400, por el ruido electrónico. Un ISO 100 me hubiera otorgado más definición, pero tampoco la necesitaba. Es más, el pequeño ruido generado por el ISO 400 me gustaba.
Por supuesto, no solo sabía que estaba sacando una foto oscura sino que la quería así para poder continuar con el proceso en postproducción.
La subexposición justa jugaría a mi favor en el revelado, cuando sobreexpusiera la foto.
Situé a la modelo al fondo de una sala, al otro lado de donde se encontraban las ventanas, suministradoras de la única luz con la que se hizo la foto. Si te fijas en el negativo, la parte de la derecha de la cara tiene mayor luz que la parte de la izquierda.
La postproducción
Lo primero que hice en el revelado digital fue subir 5 pasos la exposición original.
Con el disparo, me había asegurado que las zonas más oscuras, es decir, el pelo, las cejas, los ojos, los labios y las sombras más pronunciadas de la cara (las de la izquierda) permanecieran vivas al sobreexponer la foto.
El resto fue muy sencillo. Con la herramienta 'subexponer' 'sombras', consigues afianzar estas zonas oscuras a las que acabo de hacer referencia. Una foto en blanco y negro agradece poseer zonas blancas puras, negras puras y un elenco de grises que maticen los contornos. En esta foto jugué con los extremos de esta afirmación.
El retrato juguetón
Yo le llamo "juguetón". Tú a lo mejor lo llamas "transgresor". Los dos tendremos razón. En realidad, yo tampoco lo llamaría retrato, porque los ojos se han aclarado un pelín más de la realidad.
Y, al fin y al cabo, un retrato debe ser una muestra fiel de una realidad.
A este respecto, siempre se ha hablado de que las modelos más insignes y bellas no lo son tanto cuando se acaban de levantar de la cama por la mañana. En el mundo de la moda y la publicidad siempre se han hermoseado los atributos que más nos atraen como humanos. Es un pequeño engaño consensuado. Lo mismo que sucede con el arte.
La sesión
Datos del disparo:
- tiempo de exposición 1/640 seg.
- Diafragma (F) 2.8
- ISO 200
La modelo y yo nos encontrábamos paseando. No fue una sesión premeditada. O quizá sí. Llevábamos tiempo hablando de la posibilidad de sacar a la chica en un lugar a modo de virgen aparecida entre las rocas en medio del bosque.
Bueno, esa era la pretensión inicial. Pero si hay ganas, te pones y acabas haciendo lo que fluye.
Si te fijas, en la foto, en la parte de abajo, aparecen las manos juntas en actitud orante. Quise deshacerme de ellas, pero simplemente las dejé indefinidas en un efecto de postproducción.
La postproducción
En el mundo del arte, el fotógrafo puede emplear a la modelo para hacer significar uno de sus atributos. A mí me gustaba la serena sonrisa, la mirada llena de vida. Así que retoqué la imagen a mi aire, buscando exagerar esas virtudes de la chica.
La iluminación de la cara me había quedado perfecta, gracias al fondo oscuro, que no me gustaba. Aproveché el disparo con la idea de aclarar el fondo en post producción.
Cuando pasé la foto a blanco y negro lo hice por partes. Como sabes, el rojo y el amarillo mueven casi las mismas luces. Estamos en Photoshop-Imagen-Ajustes-Blanco y negro. La piel de las personas posee esos dos colores, casi al 100%. Es decir, si tocas verdes o azules, no sucede nada.
En general, las caras se ven mejor si subes los rojos, es decir, si les das más luz a los rojos, pero con este movimiento logras también que los labios queden más blancos, con lo que se estropea la foto.
Para diferenciar un lugar de la cara y otro, pásalos a blanco y negro seleccionando las zonas, desvanece antes los límites de la selección unos 5-15 píxeles (si la foto original cuenta con 6000x4000 píxeles) y conviértelas en capas. Cada capa podrás pasarla a blanco y negro según tu parecer.
Con este sistema, aclaré los ojos, cercanos al amarillo y oscurecí las mejillas, cercanas al rojo.
La foto loca
La sesión tuvo lugar en el mar. Puedes conocer algunos detalles de una sesión parecida en Fotos bajo el agua.
Pero antes, conoce los secretos de esta foto.
La sesión
Había visto muchas fotos de modelos bajo del agua. Siempre las mismas fotos, buscando la misma armonía artística, con las mismas poses y siempre buscando el baile de las telas bajo el agua.
Había visto algunos vídeos de sesiones bajo el agua. Allí me di cuenta de que a las modelos se les exigía más de lo que podían dar. Bajo el agua o sobre ella, posar no es tan fácil.
Así que, nunca mejor dicho, aquí era preciso ser agua para dejarse fluir según lo que aconteciera.
Datos del disparo:
- tiempo de exposición 1/60 seg.
- Diafragma (F) 5.6
- ISO 400
Claro que se prepararon con antelación algunos elementos. El vestido blanco que no poseyera demasiada tela. El pelo suelto para dar esa envergadura etérea del movimiento bajo el agua. La luz del sol entrando de frente al cuerpo fotografiado; porque bajo el agua la visibilidad es menor que en el aire y debía aprovechar bien la intensidad máxima.
Como disparar bajo el agua es tan complicado como para no poder dominar el enfoque, subí a un prudente 5.6 el diafragma (F). Me arriesgué con el tiempo 1/60 seg. y alguna de las fotos de la sesión me quedó movida y tuve que tirarla.
Ya sabes, con el carácter del que busca la genialidad, uno debe arriesgarse. Una foto movida bajo el agua tenía pinta de quedar fatal, pero nunca se sabe. Hasta que lo pruebas.
La postproducción
Mi idea inicial pasaba por disparar bajo el agua buscando la inmensidad del universo, del firmamento. En esta sesión giré varias fotos. En algunas, la línea de la superficie del agua queda en posición vertical. A otras, como la que ves aquí arriba, les di la vuelta.
Ya he hablado de la escasez de nitidez bajo el agua, así que resultaba imprescindible aumentar el contraste y, con la herramienta 'Subexponer' retoqué las zonas que más me interesaron para sugerir al espectador la profundidad del espacio exterior.
Recomendaré de nuevo el vídeo de esta mujer bajo el agua, en el artículo La producción en Fotografía. Vas a descubrir cómo se hacen bien las cosas, más allá del espectáculo.
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