foto portada ©xisco fuster
Cuando el arte de la imagen nace en la manera de ver el mundo, podemos hablar de Gabriel Cualladó (ESP). El reto de la tercera dimensión en fotografía trabajado por parte del también escultor Darren Harvey-Regan (GBR). Cuando la inmensidad del mar (ese que no se encuentra cuando lo miras con los pies en la tierra) te conquista en arrebatos de composición y texturas más allá de lo trivial gracias a Carlo Borlenghi (ITA).
Son los tres fotógrafos que destacamos de la actualidad de esta semana.
Gabriel Cualladó (ESP)
De la discusión no sacamos nada. Le dije a la galerista que podríamos emplear el dinero de un mecenas en crear un acto artístico novedoso que gustaría a mucha gente, que sorprendería por su mensaje directo. A la galerista le encantó la idea y se lo propuso al mecenas. El mecenas, dijo que tenía otra idea en la cabeza. Su idea era clara: "Vamos a llevar el arte a los pobres".
Me llevé las manos a la cabeza. He sido rico y he sido pobre, varias veces. Sé perfectamente que, cuando soy pobre, lo último en lo que pienso, si me plantan por ejemplo un cuadro del mismo Leonardo da Vinci ante mis ojos, es en apreciar la hermosura que emana de él. Lo miraré desinteresadamente, porque mi cabeza está siendo acosada por el hambre de mi estómago.
El arte solo lo pueden apreciar las personas con una economía desahogada.
Gabriel Cualladó heredó la empresa de su tío en 1949. Tuvo la oportunidad de dedicarse a contemplar su entorno, aprender a amarlo y, con dinero para una cámara, pudo retratar el mundo alejado de la mecanicidad de una sociedad devoradora de sueños.
Él se definía fotógrafo amateur y sin embargo, su paseo sensible dio con instantáneas que él mismo trabajaba en el laboratorio. Utilizaba grandes contrastes (el negro siempre tan sugestivo) pero podía haber empleado "grandes grises", es lo de menos. El caso es que disponía de la posibilidad de acabar imprimiendo lo que él sentía adentro.
Puedes ver su trabajo en la exposición 'Cualladó essencial', en La Pedrera (Casa Milà), hasta el 30 de junio 2019.
"Es de los fotógrafos mundiales más intuitivo", indica Antonio Tabernero, comisario de la exposición, entre otras declaraciones interesantes que puedes ver en este vídeo para diferenciar una foto documental de otra con contenido:
Darren Harvey-Regan, profesional destacado de Cada día un fotógrafo
Un fotógrafo no es una persona con una cámara que dispara a lo que ve por ahí. Necesita aderezar el click con poesía o con escultura, con ideas de la pintura o con técnicas arquitectónicas, con lo que sea que ofrezca un nuevo ímpetu a una fotografía en dos dimensiones más allá del testimonio.
Repasando los siete fotógrafos aparecidos esta semana en Cada día un fotógrafo, me quedo con Harvey-Regan por su manera de fundir escultura y fotografía.
Queda claro que si tú vas con tu cámara y fotografías un grafiti, un cuadro en un museo o la escultura en la calle de cualquier artista, tú no te llevas más mérito que el haber reproducido la imagen. Cuando las personas vean tu foto y se maravillen de lo que ven, no será por lo que tú has creado.
La usurpación (apropiacionismo) es una manera triste de creerte tú y de hacer creer a los demás que eres un artista, cuando no eres nadie.
Por eso, me detuve a escudriñar las fotos de Harvey-Regan. Ñecs, me pregunté si sus fotos no eran más que reproducciones de esculturas de otro artista.
Pero no, las esculturas son también suyas. Y me encanta lo que hace con ellas y su manera de fotografiarlas. Las líneas de la foto en dos dimensiones se alían, se montan, confraternizan con las de la escultura hasta tal punto que son capaces de ofrecer a la intuición del espectador la tan gloriosa tercera dimensión en una fotografía.
Carlo Borlenghi (ITA) en Bilbao
El mar es dos mares en realidad. Quizá más, pero vamos a quedarnos en dos: el mar que ves desde la costa, ese en el que metes tus pies para refrescarte; casi ni dejas de pisar la tierra; y el mar en el que necesitas flotar porque cualquier atisbo de firmeza está demasiado lejos de tus pies.
Te entretienes en guardar el equilibrio. Y, además, sacas fotos. Y, además, tienen que ser buenas. No es suficiente con disparar y ya está. Necesitas crear, llegar más lejos. No estabas ahí con tu móvil y, oportuno, disparaste. Estabas ahí para cumplir una misión y para crear arte.
La 'oportunidad' de algunos con una cámara en la mano es una manera de apropiacionismo de un oficio que va más allá de un click casual.
Las fotografías de Carlo Borlenghi pueden verse en las estaciones de Metro de Bilbao de Abando, Moyúa, San Mamés y Casco Viejo, hasta el 31 de marzo 2019.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.