Fotografía de portada: ©Xisco Fuster
Piratas de la Fotografía armados con teléfonos
Si tú eres de aquell@os que se cree fotógraf@ porque hace unas fotos maravillosas con su móvil o porque tiene una cámara de mil tropecientos euros, por favor, deja que los fotógraf@s profesionales hagan su trabajo (jamás verás a uno trabajando con un móvil) y no vayas cobrando barato lo que haces.
Eres joven, te han regalado la cámara, te dan de comer y te dan cobijo. Por lo que cobras por esas fotos, te pegas unas juergas de la leche. Pero estás rompiendo el mercado, obligas al mercado a ser ilegal.
En serio, es mejor que regales tus fotos.
Hace unos meses apareció un anuncio en el que una agencia inmobiliaria ofrecía 400 euros al mes a un "fotógrafo" a cambio de dedicación completa. Ilegal. El sueldo mínimo en España está regulado en 735,90 euros (2018). Y, además, es necesario asegurar al trabajador, no como autónomo, sino como trabajador de la empresa. Conozco a camareros pagándose su seguro autónomo con tal de hacerse con un puesto de trabajo, porque a la empresa le sale más barato. Obligar a los trabajadores a regular su seguridad social de esta manera es un acto tan habitual en España que ya tiene etiqueta: "falso autónomo".
Por ello, hay dos frases hermanas que triunfan en prácticamente todas las conversaciones españolas:
"Es lo que hay" y "Hay que joderse".
La política paralítica de nuestros gobernantes nos ha conducido a esto, pero eso es otra historia...
La Fotografía se rompe. Y nuestra sociedad es cada día más miserable.
Para calcular el valor de un trabajo fotográfico, el profesional debe sumar lo que le ha costado la cámara, los objetivos, los flashes, el ordenador, los programas, el vehículo, la gasolina, la seguridad social, pagar el IVA, lo que desayuna, lo que come, lo que cena, donde duerme y el tiempo que le dedica. Además, debe lograr un margen de beneficio.
Por 400 euros al mes, las cuentas no salen.
¿Quién paga esos gastos no amortizados al creador de imágenes autodenominado "fotógrafo"? Papá o mamá. Te crees fotógrafo, pero en realidad eres un animal carroñero para los fotógrafos, no eres un fotógrafo.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el salario medio de un fotógrafo en 2010 era de casi 30.000 dólares (2.500 dólares/mes). Salario medio, ¡de hace 8 años! No he investigado la cifra en España. Si existe una cifra publicada, seguro que no es real porque se olvidan de los piratas.
En Madrid, en 2018, una agencia inmobiliaria a la que quise venderle mis servicios para fotografiar sus casas me aseguró que pagaba bonos de 350 euros al mes para obtener las fotografías de 10 propiedades inmobiliarias, es decir, 35 euros por trabajo.
Si el pirata pagara su seguridad social (solo su seguridad social), sus beneficios brutos serían 0 euros al mes.
Si, además, se paga una vivienda, comida, bebida, amortización de la cámara y objetivos, transporte, programas, accesorios... pierde unos centenares de euros al mes. Alguien está financiando al pirata, ya digo: los papis.
"El arte de la Fotografía está en proceso de extinción"
Es cierto que decir que la acción de los piratas está acabando con la Fotografía es pecar de simple. Hay un motivo de mayor peso. La imparable ascensión de la imagen como elemento de comunicación influye en que algunos profesionales vean cómo su gran amor, la Fotografía, se hunde en la vulgaridad.
"El arte de la Fotografía está en proceso de extinción". Lo aseguró Sebastiao Salgado ahora hace dos años en Rio de Janeiro (BRA).
"No creo que la Fotografía viva más de 20 o 30 años -dijo Salgado-. Será sustituida por la imagen, un lenguaje al que no le interesa la calidad ni el arte ni la memoria... Yo no hago eso, yo hago Fotografía", aseguró (y tú y yo sabemos que tiene razón).
La implacable era tecnológica
En una pequeña entrevista que tuve la suerte de hacerle a Iñaki Gabilondo para mi periódico en Palma, le pregunté si sabía hacia donde se dirigían la prensa, la televisión y la radio en estos tiempos 'internetianos'. Me dijo: "El que lo sepa, se hará millonario".
Insistí. Le dije: Si trabajas en El País y le has dedicado la vida al periodismo, sabrás hacia donde va, argumenté. "Nadie lo sabe", insistió. Me explicó que la prensa y la televisión lo tenían mal para seguir siendo como han sido siempre, pero la radio tenía opciones.
Me temo que algo parecido pasa con la Fotografía.
Es cierto que Salgado tiene razón, que la imagen vulgariza el arte de la Fotografía y rebaja su mérito al valor del plástico. Sin embargo, existen artistas fotógrafos. Y la Fotografía da mucho de sí (sobre todo lo hará a partir del día que se eliminen las reglas dictadas por los puristas)...
Bien, así se explica que el arte de la Fotografía pueda seguir generándose, pero que siga emitiéndose arte fotográfico es solo parte del proceso de la existencia. Necesita un receptor que la entienda, que la valore.
Creo que todos caemos en la cuenta de que si la sociedad no valora el trabajo del fotógrafo, no va a pagar por él. Y si no paga por él, la Fotografía se acabará convirtiendo definitivamente en imagen, en un ente de usar y tirar.
Producción masiva y a bajo precio. Ninguna obra de arte de la historia ha seguido estas consignas.
¿La Fotografía se dirige hacia la extinción? Si proyectamos la respuesta de Iñaki Gabilondo a la misma cuestión sobre los efectos de la evolución en la prensa, "El que lo sepa se hará millonario", los amantes de la Fotografía artística seríamos... no millonarios, pero sí muy 'ricos'.
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