El poder de las fotos (en las películas)
En algunas películas se utilizan las fotos impresas como elemento del guión. Es bonito y, en los tiempos que corren actualmente, hasta romántico ver una foto impresa.
Me gusta destacar la escena que vas a ver aquí abajo de la película Los Otros, con Nicole Kidman, dirigida por Alejandro Amenábar.
La dirección de la fotografía corre a cargo de Javier Aguirresarobe. Seis premios Goya (nominado 10 veces).
Antes de darle al play, atiende a estas consideraciones.
- La escena, sin las fotos impresas, no es nada.
- La escena, permitiendo al espectador descubrir por sí mismo que cosa extraña muestran las fotos, está en comunicación directa con el que la observa.
- Las fotos, lógicamente, las hizo el fotógrafo contratado por el director para mostrar un mensaje que debe ser inquietante y después, cuando se conoce la verdad al final de la escena, debe sobresaltar. Si conmueve, es porque el mensaje contenido en las fotografías es creíble.
Una realidad histórica
Es verdad que, tal como se afirma en la película, existió la necesidad de fotografiar a los muertos en la época victoriana para forjar en la memoria lo que no había podido ser: un retrato de familia. Claro, antes no hacíamos fotos cada dos segundos. Se hacían tres, en toda la vida.
La producción de las fotos
No sé si Aguirresarobe hizo las fotos o si las rescataron de archivos.
Vamos a suponer que nos proponen disparar esas fotos. Si a ti te propusieran hacer las fotos que se muestran en el álbum que mira Kidman, necesitarías, básicamente:
los modelos, el vestuario, el estudio
con sus flashes, el decorado...
Pero cualquiera de estos asuntos materiales pierde su sentido si no se le da un 'karma', es decir, una línea de trabajo, un 'charm'. Es preciso que el fotógrafo sepa qué persigue y que sepa cómo insinuarlo. En el caso de la escena que nos ocupa, todos vemos claramente que las personas retratadas deben parecer muertas.
Ya he mencionado en más de una ocasión, hablando del retrato, la necesidad del fotógrafo de conocer el significado de las posturas humanas. El trabajo de un fotógrafo que no quiere tirar de archivos en bibliotecas debería empezar por considerar las posturas de personas sin vida. Un reto, ¿verdad?
¿Cómo consigo que las posturas de mis modelos carezcan de tensión en sus músculos? Ya me entiendes, un cuerpo muerto, se deja caer sin temor a darse un golpe y queda en una postura que hasta puede resultar dolorosa para quien la observa. Si quieres que tus fotografías emitan el significado de muerte, vas a tener que esmerarte y ser muy veraz con lo que muestras de tus modelos vivos.
Hay que hacerse pasar por un fotógrafo de la época victoriana en que se retrataban muertos y colocar las extremidades en lugares cómodos que inciten al recuerdo bello del fallecido.
Hacer una buena foto lleva más trabajo del que se creen los que hacen fotos casuales con su móvil, ¿no crees?
Investigar, siempre
Si no investigas, puedes cometer muchas torpezas. Además, investigar enriquece tu talento. Cuando investigas, aprendes muchos detalles. Por ejemplo, en esta foto de aquí arriba vemos a la muerta más nítida. ¿Por qué? Porque permanece quieta en el largo tiempo de exposición. Por este mismo motivo, nadie aparece riendo en los primeros retratos de la historia de la Fotografía, porque una sonrisa es difícil de mantener inmóvil durante los segundos que la persona debía aparecer inmóvil.
El poder de las fotos
Congelan el tiempo. Eso es lo divertido de este artículo. Nos pasamos nuestra vida de fotógrafos tratando de hacer que nuestros retratados vivos se vean trepidantes, intensos, reales.
En la época victoriana, los retrataban muertos y pretendían lo mismo.
De cualquier modo, se trata de congelar un instante para que en nuestra memoria persista el recuerdo.
El reto
Te reto a que tomes a un amigo y lo retrates. Que se haga el muerto. No te puede ayudar en nada.
Ponte una meta: que parezca vivo, que parezca que ríe, que parezca... (Ya me imagino que, hoy que has tenido un buen día, se te ha ocurrido meterle cosas por la nariz y otras cosas por el estilo). Que parezca lo que sea, pero sin su ayuda. Solo tú y tus recursos. Él/ella no es más que una masa de carne sin vida. A algún fotógrafo victoriano se le ocurrió pintar ojos en los párpados de los niños fallecidos...
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