No hay nada más placentero que fotografiar un bodegón artístico en tu casa
Sin flashes. Sobre la mesa más grande de tu casa, cerca de una ventana.
Voy a argumentar una defensa ante el posible ataque del fotógrafo profesional que no sabe hacer nada sin sus flashes y siempre saca las mismas fotos. Tiene sus quince esquemas de luz y hala, a usar uno u otro, sin darse opción a descubrir genialidades. Competente, pero aburrido.
¿Necesitamos el permiso de los demás para divertirnos?
Estamos en casa. Y la vamos a transformar. Quiero decir que, cuando decides dejarte llevar por lo que necesitas, por lo que te pide tu foto, debes dárselo.
Quieres poner una tela detrás del bodegón, hazlo, para lo cual vas a tener que juntar la mesa a la pared (o sea, vas a apartar las sillas), hazlo, y para colgar la tela vas a organizártelas con los palos de escoba y unos pesos (que a saber de donde los sacas, una bolsa de deporte y un montón de libros...), hazlo, vas a tener que mover la butaca porque ahí es donde vas a plantar el trípode, hazlo...
Es una aventura
[bctt tweet="Un bodegón, como cualquier otra foto construida, requiere su tiempo." username="lafotografiaes"]
Es una aventura, porque te has rodeado, voluntariamente, de carencias. En realidad solo necesitas tu ingenio y la cámara (y un trípode). Cada ausencia (de flashes o focos, de difusores, de reflectores, de espacio, de fondos...) te ayudará a buscarte la vida y, definitivamente, tu trabajo final será único (o, a veces y solo a veces, un desastre).
Yo trabajo así muy a menudo, muy "artista" dicen algunas lenguas, pero te aseguro que en muchas ocasiones fotógrafos profesionales me han preguntado cómo he hecho una foto u otra, porque no les entra en "sus esquemas".
Claro, les cuento la verdad y cambian su asombro por el pensamiento de que no soy profesional.
Puedo ponerme a discutir con ellos que no es lo mismo el fotógrafo artístico que el profesional, pero eso ya es otra historia. A mí me da igual. Ellos no saben cómo he sacado yo algunas de mis fotos pero yo sí sé cuantos flashes han usado en las suyas.
¿Qué vas a fotografiar?
Algo que te atraiga. No te voy a dar una lista. Sería como ofrecerte esquemas de iluminación para que apliques uno.
Yo no vendo esquemas, comparto ideas.
[bctt tweet="Yo no vendo esquemas, comparto ideas." username="lafotografiaes"]
Busca un objeto o grupo de objetos que te llame la atención, que te guste, que te asombre, con el que puedas mantener un diálogo. Puede ser una lechuga, cebollas, un pedazo de carne crudo, una caracola, calabazas, anillos, la cabeza de un cerdo, una planta curiosa en la maceta que compraste porque te enamoraste de ella... Lo bonito es que los objetos del bodegón mantengan algún tipo de relación entre ellos.
¿Un diálogo con una lechuga? Se trata de una conversación entre tu memoria, tus emociones y tus apetencias reflejada en el bodegón. También podríamos hablar largamente de esto, pero eso es también otra historia. ¿Nunca te has enamorado de un objeto? ¿Sabes por qué? Investígalo y descubrirás en tu memoria algo asociado a una emoción personal.
NOTA: si a la pregunta del diálogo con la lechuga has respondido automáticamente que este tío que escribe esta loco, no sé qué haces aquí perdiendo el tiempo.
¿Dónde coloco los elementos?
Puedes colocarlos sobre una mesa. Así te será fácil moverlos y jugar con la luz. Considera el soporte. La madera de la mesa, una tela o cualquier otro asunto que puedas colocar entre la mesa y los objetos. Puedes usar como banco/mesa/soporte tu propia cama. O el suelo. También puedes sumergir tu bodegón en agua: en una fuente de vidrio, en un cubo, en la bañera; en la piscina...
La luz, ¿solo una?
La luz clave que propongo es una sola fuente de luz. La que provenga de tu ventana (cuanto más grande, mejor). Puedes usar la luz del sol directo sobre el bodegón o filtrarla a través de una cortina. Si el cielo está nublado, lograrás una luz intensa para definir bien las formas y los colores, con sombras muy suaves.
Me gusta colocar los elementos de tal manera que la luz les llegue de un lado. Así consigo darles volumen.
A veces he utilizado una lámpara de mesa con largos brazos flexibles con una bombilla normal para iluminar una parte del bodegón o para suavizar las sombras propias de los objetos. También puedes emplear para este fin un reflector blanco, cualquier superficie grande rígida de color blanco que tengas por casa que refleje la luz que entra por la ventana, para equilibrar su intensidad.
También he empleado la luz de las velas, colocadas en un solo lado. Cuidado con este sistema, pues si las llamas se mueven, la luz proyectada sobre los objetos también se mueve y se nota en los filos donde el objeto pasa de la luz a la sombra, dejando estos filos borrosos.
Bodegón iluminado con velas.
Postproducción imprescindible
Siempre pongo el mismo ejemplo. Estás con la cámara montada en un trípode. El sol se ha puesto y el cielo sigue iluminado de azul. En el encuadre, una casa de dos plantas y, separada por una ladera inclinada de tupido verde césped, la piscina, en primer plano, abajo.
Echas un vistazo y haces una lista de lo que debes corregir: todas las persianas abiertas, algunas ventanas también (que corra el aire), las luces encendidas de todas las estancias.
Y vas a la casa y lo dejas todo listo.
Regresas a la cámara y te das cuenta de que hay detalles que se te han pasado por alto. Le das de nuevo la vuelta a la piscina, subes la pequeña ladera, entras en la casa, te metes en una habitación, en otra... Y regresas junto a tu cámara. Pero el viento ha movido dos persianas y las cortinas de allá arriba no han quedado bien...
O sea, que si tienes que volver a subir. Lo haces y punto. (Luego acabas agotado, y no sabes por qué).
Por otro lado, si me encuentro en una situación similar, con una casa y su piscina a plena luz del día, y veo una hoja feísima en el suelo. Ni me muevo. La quito después con Photoshop.
Y lo mismo pasa con las luces en el revelado del RAW. Si tienes una cámara mediana, asegúrate de que cuente con un buen rango dinámico. Esto es, cuando disparas con RAW, en el archivo recoges mucha información de sombras y luces (en un JPEG revelado automáticamente por la cámara te daría zonas blancas y negras casi irrecuperables). Esta información del RAW te permite rescatar zonas demasiado oscuras y zonas demasiado claras, si el rango dinámico es alto.
¿Cómo coloco los elementos?
Para un bodegón, la tarea es mucho más sencilla que fotografiar casas. En tu salón, vas a tener que mover los objetos tropecientas veces.
Fotografiar un bodegón artístico en tu casa hará que la pongas patas arriba, porque, en la sesión, vas a estar abducido por la creatividad.
¿Por qué?
Porque te sumerges de pleno cuatro actividades creativas muy exigentes y compenetradas entre sí:
1. Compones el encuadre (la cámara no se mueve); debes mover tú los objetos.
2. Haces lo posible para que la luz los bañe en su justa medida; es decir, esculpes las sombras para determinar el volumen de los objetos y que su sombra proyectada sea sutil (o grosera) y que, además, no oscurezca otro objeto (o sí) situado junto a él.
3. Porque tu creatividad tiene a su alcance todos los elementos para jugar: los colores, las formas, las luces y sombras, los brillos, los reflejos.
4. Porque, además, vas a tener que sugerir algo con lo que fotografías, es decir, te implicas en un proceso estético o/e intelectual.
¿Te animas a fotografiar un bodegón artístico en tu casa?
Las veces que yo le hecho, he disfrutado hasta el éxtasis (sí, un poco exagerado, si se entiende literalmente).
Si la Fotografía es tu pasión, sigue tus sueños y haz fotos. Construye la foto de arriba abajo como te propongo en este artículo. Es una manera entretenidísima de divertirse, de tocarle las fibras al arte de la Fotografía.
Eres un tío grande, artículo de 10 y en lenguaje de andar por casa. Me ha gustado.
Muchas gracias, Sergio. ¡Seguimos adelante!