Fotografiar colibríes
Voy a relatarte mi experiencia fotografiando colibríes. Un relato perfectamente expuesto para que entiendas que fotografiar animales exóticos no es difícil, pero sí requiere una serie de trucos.
[bctt tweet="En realidad, nada es difícil si sabes cómo hacerlo." username="lafotografiaes"]
Dificultades
Los colibríes son pajaritos muy pequeños, menores que el canario amarillo que probablemente tenga tu abuela en su casa.
Los colibríes se mueven a una velocidad intratable. No hablo solo del movimiento de sus alas, sino también del movimiento del pajarito en el aire. Apuntas para disparar, ágil muy ágil, para disparar de inmediato, pero nunca eres tan rápido como para que tu objetivo enfoque antes del disparo.
Cuando la cámara ha enfocado y vas a disparar, el pajarito ya no está.
Tipo de objetivo
A pesar de que el colibrí es un animal muy pequeño, no puedes acercarte tanto como para sacar un macro. De hecho, lo que acabo de decirte es una exageración para que entiendas bien el proceso. Necesitarás un teleobjetivo.
Utilicé un objetivo de 200 mm a 3 metros de distancia de mi meta. De todos modos, las fotos que ves en este artículo están recortadas; me habría ido genial un 400 mm. Las fotos mías se ven bien porque el objetivo que utilicé era un F2.8 de extrema calidad y el sensor posee un gran rango dinámico (24 megas).
Metodología del disparo
Puedes hacer dos cosas, una no recomendable y otra muy eficaz. Si sales a un jardín tropical y te apostas junto a un árbol con hermosas flores trompetas de ángel, te vas a volver loco. Primero porque el animal se dedica a ir de una flor a otra con una velocidad que no vas ni a poder seguirlo con tu objetivo.
En unas flores se quedará y en otras no permanecerá ni medio segundo.
Mucho menos vas a poder enfocar y disparar. Hablo, claro está, de un plano cerrado, donde la mayor parte de la superficie del encuadre lo ocupe el colibrí.
La solución eficaz, no solo para fotografiar colibríes sino cualquier otra especie, es "llevar la montaña a Mahoma". Es decir, puedes colocar un bebedero con agua azucarada, que simula el néctar de las flores y esperar a que un grupo de colibríes lo reconozca y acuda asiduamente.
Debes conocer sus usos y costumbres
Algunas personas denostan el uso de estos bebederos artificiales porque creen que perjudica la naturaleza de la especie. Esto es cierto solo en lugares donde estas aves siguen un proceso migratorio (si migran es por la escasez de alimento y, si se les engaña, se tuerce su naturaleza).
Sin embargo, en el trópico, el único cambio que muestran estos pájaros es el torpor, es decir, un letargo nocturno que, en caso de carestía de alimentos, en invierno, les ayuda a recuperar energías. Por ello, los bebederos se convierten en una ayuda divina para los picaflores, como les llaman también en zonas tropicales, sobre todo en invierno. En primavera y verano acuden menos a esta fuente de alimento porque prefieren las flores naturales.
Debes estudiar sus movimientos
Acudí a una casa con una docena de bebederos, muy llamativos, de color amarillo y fucsia. La concurrencia de colibríes era tal que pude apoyarme en una columna y sacar casi primeros planos (las fotos que ves en este artículo están recortadas; debería haber llevado un 400 mm).
Estudié el movimiento de los pájaros. Todos repetían la misma rutina. Llegaban a toda velocidad y se quedaban a unos 30 centímetros del bebedero sosteniéndose en el aire con su aleteo inverosímil.
Ese era el momento perfecto, porque yo no quería sacar al pájaro con la punta de su largo pico en el interior del plástico de color fucsia. Lo quería quieto, sostenido en el aire con su aleteo vibrante.
Pero no se quedaba ahí el tiempo suficiente para ser enfocado y disparar.
El picaflor se acercaba al bebedero para comprobar que eso que les atraía es alimento de utilidad. Metía el pico por un segundo y volvía al lugar previo donde había permanecido en el aire, para luego volver al bebedero, beber su néctar y salir disparados.
El momento perfecto
Ya lo habrás adivinado. El pájaro se encontraba en la misma porción de aire en dos momentos diferentes. Si juntaba estos dos momentos, podía dispararles al menos una vez. ¿Cómo?
Fácil, su primera parada me señalaba el lugar exacto donde iba a aparecerme el pajarito para dispararle a conciencia. En la segunda parada, ahí estaba yo, esperando a que apareciera en mi encuadre, con el enfoque puntual esperando a que el pájaro se pusiera frente a él. No al revés, eso es lo curioso, yo no perseguía al colibrí, sino que lo estaba esperando en una porción de aire que sabía que él ocuparía.
Y lo mismo sucede con cualquier animal.
Si vas a la busqueda de osos en un parque nacional, por ejemplo, con la esperanza de toparte con ellos, no lo vas a conseguir, porque ellos tratan de evadirte.
El secreto
La clave está en usar nuestra inteligencia, estudiar sus modos y esperarles. Si sabemos que la corteza de tal árbol está desgastada porque a uno de esos osos que he citado antes le encanta frotarse la espalda contra él, ya sabremos donde colocarnos.
Claro que habrá que ser muy silencioso y permanecer oculto, pero ya sabes que en estos casos hay que buscarse la vida. ¿No has oído hablar de la cámara de televisión disfrazada de cocodrilo para grabar primeros planos de cocodrilos en su ambiente natural?
Iluminación
Pues si me conoces, ya sabes lo que te voy a decir: no emplees luz artificial. La luz en el trópico me permitió disparar con un ISO200 sin ningún problema. Los tiempos de obturación fueron desde los 1/1250 seg. a 1/250 seg. Todos los colibríes quedaron perfectamente enfocados.
Probé a disparar con tiempos de exposición más cortos para congelarles las alas, pero no me gustó el efecto. En el rango de tiempos que te he señalado, como ves en las fotos que te muestro aquí, las alas se adivinan, se intuyen o se ven casi nítidas, pero nunca congeladas. Congelar un pájaro así en una foto no me pareció adecuado, por la naturaleza del animal.
Probé también a disparar con flash de relleno, para aumentar el colorido de su plumaje, pero el resultado final más bien lo tornaba artificial. Como es lógico, si disparas de noche a una lechuza o si metes tu cámara de alguna manera en un hormiguero, vas a tener que ingeniártelas para iluminar la escena de manera artificial.
[bctt tweet="Fotografiar animales exóticos implica el uso de varias virtudes: saber Fotografía y saber qué fotografías." username="lafotografiaes"]
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