foto portada ©sakiko namura
Esta sección, 'La Fotografía en el mundo', se está convirtiendo en un asunto divertido. Por su variedad. Si bien, los nacionalismos se esmeran en preservar las costumbres para que nada cambie, el mundo sigue girando y sigue cambiando día a día, para mejor y para peor, porque está vivo. Y esta vitalidad nos ofrece la posibilidad de crecer.
Seguir madurando, en una actualidad al alcance de todos, es un asunto importantísimo para la Fotografía.
Luis Martínez Aniesa, del blog enciclopédico 'Cada día un fotógrafo', destaca a siete fotógrafos en la última semana que van desde el principio de los tiempos de la Fotografía hasta nuestros días. Nos quedamos con la fotógrafa Sakiko Nomura (JPN). Seguimos recordando en nuestras galerías a fotógrafos que dejaron huella. Esta semana, nos quedamos con Ramón Masats (ESP). Y celebramos la valentía de una mujer viajera que nos regala su sensibilidad en temas de actualidad, Ofelia de Pablo (ESP).
Sakiko Nomura (JPN)
Fotógrafa veterana, trabaja el blanco y negro como arma artística y no lo suelta para nada; todo su trabajo en en blanco y negro. Sin embargo, lo que me llama la atención de ella es su facilidad para retratar el desnudo masculino.
El desnudo masculino es una asignatura pendiente en la Fotografía.
Necesario para superar los clichés, para alcanzar la tan ansiada igualdad de géneros, pero también porque es un campo de cultivo casi inexplorado que puede otorgar grandes claves al conocimiento de nuestra forma de ser en sociedad.
El cuerpo humano, en general, es uno de los campos más fértiles de la Fotografía, de la Fotografía de alta calidad. Podemos dar con porquerías que no vienen a cuento ahora, pero la sutileza con que debe tratarse un cuerpo humano en una fotografía, para ofrecer un autorretrato de nosotros mismos como especie es una oportunidad en la que debemos perseverar. Fotografiar a los hombres abre una nueva dimensión a la fotografía de desnudo artístico.
Llama la atención, en estos mundos occidentales, la sensualidad que emana de los modelos orientales. Siguen siendo hombres, vistos por una mujer, pero esta distancia en los rasgos nos permite introducirnos con mayor objetividad en los detalles que conforman cada una de las fotos de Nomura.
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Ramón Masats (ESP) en Galería Blanca Berlín, Madrid
Existe una especie de lazo entre los fotógrafos del siglo pasado. Recuerdo una exposición de Catalá Roca en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hace unos años. Se les llamaba la 'generación dorada' de la Fotografía española.
Al contrario que nuestra presentada fotógrafa japonesa, a Masats no le gustaba quedarse encerrado. Estaba en todas partes. En moda, museos, rodajes, toros, la Semana Santa, la playa... presto a captar la mejor instantánea, como el mejor jovencito dedicado en cuerpo y alma a la fotografía callejera.
Ramón Masats es nuestro Cartier-Bresson. Transgresor con las costumbres de antaño, podía situarse frente a ellas para poner su ojo sin recelo alguno.
Ya hemos hablado varias veces en la Fotografía es mi Pasión del poder que te otorga la cámara en tus manos. La sostienes como un arma, como un escudo, y te atreves a meterte en cualquier fregado; tienes la excusa, la cámara.
Y la empleas no solo para meterte en medio de una procesión de Semana Santa, sino también para aventurarte a entrar en lugares a los que nunca irías si no tuvieras una misión: retratar el mundo. Y, lo más importante, hacerlo a tu manera, para ofrecer a los demás una manera diferente de comprender los usos sociales que te rodean.
Ofelia de Pablo (ESP), fotografa y periodista
Ofelia de Pablo reconoce que en la carrera de periodismo descubrió que con una cámara se pueden contar cosas increíbles. Justo ahí reside el alma de cualquier fotógrafo. Es necesario comunicar con tu trabajo y, cuanto más afilada sea esta comunicación, mejor entrarás en las almas de los que te miran (a ti, a través de tus fotos).
Ha viajado a cerca de 60 países, pero no lo ha hecho sola. Lamentablemente, en el mundo, el reclamo por la igualdad de género no tiene nada que ver con la lucha de España. Con su compañero Javier Zurita, han sabido moverse para romper barreras que le han permitido a Ofelia alcanzar hitos donde volcar su sensibilidad como fotógrafa.
En su trabajo de las Geishas me gusta ver como la fotógrafa desaparece, misión principal de un fotógrafo. Es capaz de lograr que el alma de las modelos se abra frente a sus objetivos. Impresionante su reportaje de la mujer forense en la República Democrática del Congo o el genocidio contra mujeres en Guatemala.
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