foto portada ©xisco fuster
Es un primer paso hacia el más allá en Fotografía: el blanco y negro. Compite con otro asunto importantísimo: el encuadre. Cuando encuadramos, seleccionamos una parte de la realidad para destacarla sobre el infinito que nos rodea.
Cuando pasamos una foto a blanco y negro, damos un paso hacia la sugestión.
¿Por qué "sugestión"? Sencillo, porque nuestra realidad no es en blanco y negro. Ni tan solo de noche. Cuando la luz es tenue, escasa, entramos en otro mundo, pero si pasas una foto muy oscura a blanco y negro, adquieres nuevas luces. Una foto con pocas luces no es lo mismo que una foto en blanco y negro. Y el blanco y negro, en todas las ocasiones, cambia casi radicalmente el efecto de una foto.
"Pasar" a blanco y negro
Debería ser una premisa dada por sabida.
Una foto siempre se dispara en color y después se pasa a blanco y negro.
Encontrarás más sobre este asunto en 4 maneras de llegar al blanco y negro, pero te voy a dar un argumento con el que no podrás negar nunca el consejo. Si disparas en color, obtendrás un montón de información sobre luces y sombras que no adquieres si disparas en blanco y negro. Si disparas en blanco y negro, permites que sea la cámara la que decida sobre la intensidad de los grises. Y eso debe ser cosa tuya.
¿Cantidad de información? Si amas la fotografía, disparas guardando tus fotos en archivos RAW. Si la Fotografía te da igual y solo la quieres para guardar momentos sin importante la calidad de la imagen, pues el RAW te sobra.
En el RAW tienes mucha información que después puedes manejar según tus necesidades artísticas (bonito eso de llamar a nuestra intención emocional "necesidad artística, ¿verdad?). Incluso después del revelado, en Photoshop, puedes manipular la intensidad de los grises para acercarte o alejarte del blanco o del negro.
El blanco y negro para limpiar
Por ejemplo, sacas una foto a un árbol con el fondo del cielo azul salpicado de nubes blancas. Sucede que, con la foto original, en color, las nubes blancas estropean el interés sobre las ramas del árbol. Si, cuando pasas la foto a blanco y negro, decides aclarar al máximo el azul del cielo, no vas a poder distinguir las nubes y el fondo se convertirá en un blanco continuo, logrando que el interés del observador se centre en el objeto que has fotografiado, es decir, el árbol, que te quedará limpiamente recortado contra el fondo blanco.
El blanco y negro para soñar
Pues lo creamos o no, dicen que los hombres soñamos en blanco y negro y las mujeres en color. De cualquier modo, el blanco y negro simplifica muchísimo lo que vemos en una imagen.
El arte consiste en sembrar en la mente del observador una semilla para que crezca en su interior.
Si plasmamos en una fotografía un asunto trivial, el arte desaparece. Logramos una imagen informativa, no artística.
Lo imprescindible para suscitar emociones y/o recuerdos en el observador consiste en mostrar algo sencillo (no trivial) para que crezca en la mente de cada cual. Así la foto cobra vida y se conecta con el observador.
Si, gracias al uso del color en una foto, damos información para que el observador juegue a buscar una emoción que a nosotros como artistas, como comunicadores, no nos interesa que se despierte, lo mejor es eliminarlo.
En esta foto podemos sentir la sensación de permanecer en una playa fantástica, desnudos, solos, en comunión con la belleza.
En esta otra, en blanco y negro, quizá pensemos más en la soledad como tema más importante.
Puedes opinar que ambas fotos muestran lo mismo. ¿Sabes por qué sucede? Porque las has visto casi al mismo tiempo. Haz un ejercicio. Vuelve a mirarlas. Detenidamente. Primero una. Y después la otra. Hazlo teniendo en cuenta una consigna importantísima: ponte en el lugar de cualquier otra persona e imagina qué sensación despertaría.
Olvídate de las consignas que he dictado bajo cada foto. Trata de averiguar qué dice cada una. Y date tiempo.
Sea cual sea tu opinión de cualquiera de las dos fotos, seguro que no es la misma.
Si ponemos otro ejemplo, con un desnudo femenino, observaremos que una nos despierta un interés más "carnal" y la otra... algo diferente, ¿no crees?
En definitiva, el blanco y negro juega con lo sencillo, va a buscar que el observador complete lo que ve. Inevitablemente.
Si el arte consiste en mostrar algo que evoque más allá de la sustancia del que está constituido, el blanco y negro se convierte en una herramienta idónea para invitar a la participación del observador. Muestra claramente una realidad, pero no es exactamente una realidad. La realidad es en color.
En definitiva...
¿Cómo se decide si una foto será en blanco y negro o en color? Sinceramente, según mi experiencia, la clave está en dejarse llevar por lo que sientes.
Una foto se divide en tres partes:
- el antes, cuando la piensas, cuando vas a buscarla. Pueden ser las flores en el campo cuando sales de excursión, pueden ser las olas del mar si te acercas a la costa. Piensas antes en lo que quieres sacar, ¿serán primeros planos de las flores o un paisaje abierto? ¿Serán las olas agitadas o trataremos de centrarnos solo en su espuma?
- el disparo, cuando siguiendo los dictados de tu predisposición, te dejas llevar por las ventajas que te encuentras cuando disparas. O te enfrentas a las aparentes desventajas. A veces, yo he querido acercarme al mar para tomar fotos a las olas y, no estando agitado el mar, he acabado fotografiando reflejos dorados del sol sobre el agua. Hay que saber adaptarse a lo que hay. En parte, sí.
- el después, cuando editas la imagen, cuando le sacas la magia que lleva dentro.
La cuestión es que a mí me resulta curiosísimo el hecho de editar un grupo de fotos y no sacar nada satisfactorio en post producción. Y, otro día cualquiera, supongo que más inspirado, he revelado de nuevo las mismas fotos y he logrado efectos espectaculares.
Quiero decir que una foto tiene una vida u otra según tu estado de ánimo artístico.
Y, según esta norma, una foto puede acabar en blanco y negro si, cuando la estás revelando y tratándola, es decir, cuando te estás metiendo dentro de ella, cuando estudias sus luces, su equilibrio en la composición, de pronto, se te ocurre pasarla a blanco y negro. Y acaba entendiéndose mejor, acaba resultando más directa en su mensaje.
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