Foto portada ©xisco fuster
El blanco y negro, antes
Antiguamente, disponías de una sola posiblidad. O disparabas en blanco y negro o disparabas en color.
La película poseía (posee) unas cualidades específicas para ofrecer una cualidad u otra. (Claro que podías disparar en color y después ampliar tus fotos en papeles de blanco y negro, pero ya necesitabas intervenir y emplear filtros específicos).
Sucede lo de siempre: lo que hacemos ahora, se hacía antes.
Hemos ganado en velocidad y, consecuentemente, en versatilidad. Ahora, el acceso a la experimentación está más próximo a cualquier aficionado.
Si yo antes disparaba con una película en blanco y negro y decidía que la sombrilla amarilla sobre mi modelo fuera de un gris cercano, más cercano, al blanco, debía poner un filtro amarillo frente al objetivo. Si quería que la sombrilla amarilla me quedara más oscura, debía interponer un filtro con el color complementario, es decir, el violeta.
Debíamos saber de colores y sus complementarios, sí, estábamos más cerca de las cualidades de la luz y, así, más cerca de sumergirnos en experimentos que, si bien podían salir caros por los revelados e impresiones, resultaban enriquecedores.
Disparar siempre en color
Si antes era imprescindible saber qué queríamos obtener antes de emplear nuestra cámara, si una foto en blanco y negro o en color, ahora podemos pensar en blanco y negro, pero dispararemos siemopre en color.
Nunca digas 'siempre'.
Hay una excepción. Si quiero examinar una foto en mi pantalla LCD, puedo disparar en blanco y negro para estudiar las luces, la composición... Ya sabemos que si el fondo de una fotografía se interpone con su colorido ante el protagonista de nuestra foto, nada mejor que estudiar la posibilidad de matar la algarabía de colores pasándo la foto entera a blanco y negro.
Después del examen en la pantalla del respaldo de tu cámara, dispara en color.
4 maneras de llegar al blanco y negro
Tras disparar en color, puedes emplearte en usar los filtros de colores que te dé la gana. Y puedes hacerlo de diferentes maneras, electrónicas todas, aunque una es la más recomendable, por su sencillez y eficacia.
- Desaturar
- Revelado RAW
- Photoshop - Ajustes - Blanco y negro
- Photoshop - Ajustes - Mezclador de canales
1. Desaturar
Se trata de eliminar el color. El programa que utilices para desaturar interpretará las luces y los tonos de color para transformar la imagen en blancos, negros y grises. De manera estándar.
Para un uso acelerado de la transformación del color a blanco y negro, pues es el más útil. Pero tú no intervienes en nada. Es como si antiguamente compraras una marca de película u otra que te ofrecía un comportamiento específico, es decir, más o menos contrastado y te abstuvieras de emplear filtro alguno.
Así disparo, así ha quedado.
Y una foto siempre, de toda la vida, sobre todo antiguamente, ha ido más allá del clic, con la interpretación del negativo sobre el papel (donde también se emplean filtros).
2. Revelado RAW
Conoces cómo pasar a blanco y negro en el revelado digital si disparas con RAW (si sigues ignorando al RAW, no sé a qué estás esperando para despertar).
Cuarta pestaña (en Photoshop), marcas 'Convertir a escala de grises' y ahí tienes a tu disposición (de una manera sutil, todo hay que decirlo) cómo graduar la intensidad de luz que quieres darle a cada color de tu foto: Rojos, Naranjas, Amarillos, Verdes, Aguamarinas, Azules, Púrpuras y Magentas.
Si conduces el cursor hacia la derecha, llevas cada color hacia el blanco y, si lo conduces hacia la izquierda, lo llevas hacia el negro. En medio, los grises, claro. No olvidemos que estamos pasando la foto a blanco y negro.
3. Photoshop - Ajustes - Blanco y negro
Es el que más me gusta. Muy parecido al del revelado RAW, pero más preciso. En serio, eso de tener que graduar "Naranjas", "Aguamarinas" y "Púrpuras" en vez de atenerse a los colores primarios y secundarios despista a cualquiera.
En Photoshop se lo toman más en serio:
4. Photoshop - Ajustes - Mezclador de canales
Para los que se resisten a las modernidades facilonas (pero, insisto, muy útiles) existe este método. Se le califica como "más profesional" porque, tal y como te he explicado al principio con el ejemplo de la sombrilla, tiene en cuenta los filtros.
Además, se centra en aclarar y oscurecer dos colores primarios y un secundario:
Si empleas este sistema, te invito a que lo hagas minuciosamente, cambiando el canal de salida. La verdad es que, si te sumerges en él y logras que el alto grado de técnica de este dispositivo se alíe con tu visión artística, llegarás más lejos.
Arte en blanco y negro
Técnica, técnica, técnica... Y ahora, ¿algo más cercano a lo emocional? Pues sí.
Si hay una representación de la realidad más cercana a ella misma es quizá la fotografía. Es cierto que ahora se construyen cuerpos humanos de látex tan cercanos a la realidad que quizá la adelantan, pero...
De cualquier modo, fotografía o escultura de látex, nada es real, sino que es una representación. Un muñeco de látex parece una persona. Una foto de una persona se nos dibuja en la mente como si de verdad la tuviéramos delante.
Nada es real.
Si bien el mérito de cualquier artesano ha consistido en llegar a ser fiel a la realidad, copiándola, pronto nos hemos dado cuenta de que hay figuras que llegan más hondo en nuestra concepción de la realidad sin necesidad de imitar a la perfección lo que vemos.
Si vemos el capullo de un tulipán, podemos interpretarlo como un glande, dependiendo de cómo se nos presente iluminada la flor, dependerá de su perspectiva, del contraste. Ver un pene fotografiado, directamente, nos parecerá de mal gusto. Ver una flor, aunque nuestra mente interprete el mismo elemento sexual, se entenderá como algo sublime.
El blanco y negro, sin lugar a dudas, es un paso hacia la abstracción. Es decir, la realidad es en color. Con el blanco y negro estamos reinterpretando la realidad.
El blanco y negro es un paso hacia el arte.
Los sueños en color
Se debaten los científicos sobre si soñamos en blanco y negro o en color. Quizá no sean más que sombras lo que se nos presenta en la mente nocturna. No sabemos. Se dice que las mujeres sueñan más en color que los hombres. Se dice que depende de la edad y de la afluencia de los ojos a un televisor en color o en blanco y negro... Al final, ante tanto un estudio afirma esto y luego otro estudio afirma lo contrario, nos vamos a quedar con la verdad, que está como siempre, en medio.
La verdad de cualquier asunto está siempre en medio.
Los colores nos acercan a la realidad.
El color en sí mismo es un modo de expresión que se encuentra en el polo opuesto a una fotografía en negro y blanco. Vamos pues a sacarle provecho. Centrémosnos en las luces y las sombras, obtengamos fotos en blanco y negro durante un día entero, durante una semana, como ejercicio práctico.
Dispara en color, pero piensa en blanco y negro. Así apenderás a conocer las luces más de cerca. Los colores son muy atractivos, pero despistan. ¿Por qué no lo compruebas?
Blanco y negro y color, todo junto
Pues es algo denostado por algunos fotógrafos. Sacar una foto y pasar a blanco y negro solo algunos colores del encuadre, tal y como se ha hecho en la foto de portada, con la grúa amarilla y el cielo que era azul y se pasó a gris, pues como que no gusta.
Depende, claro está, de lo trillado que esté lo que haces. Si te vas a Londres y dejas el rojo de los autobuses para pasar el resto del entorno a blanco y negro, pues sí, está tan machacado que...
Sin embargo, lo que digo siempre, una idea simple impresiona la primera vez que se emplea, para luego diluirse en la vulgaridad. Pero trata de darle vueltas de rosca a la idea, de hacerla más original. Quizá la mezcla de color y blanco y negro no consista en dejar algún objeto aislado con su color original, sino en convertir el cielo y sus reflejos azulados en un gris irreverente.
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